lunes, 24 de octubre de 2011

EL MUNDO DE LAS SALITRERAS.

            A partir de la segunda mitad del siglo XIX, y sobre todo una vez finalizada la Guerra del Pacífico, la industria salitrera en Chile tuvo un gran crecimiento. Como ya mencionábamos, en el año 1890 no sólo se superó por primera vez el millón de toneladas exportadas, sino que ya el salitre representaba más del 50% de la renta nacional.

            Para explotar el salitre se instalaron una serie de pequeñas ciudades: las Oficinas Salitreras. En ellas se extraía el salitre de la tierra y a través de ferrocarriles se llevaba a las ciudades de la costa (sobre todo Antofagasta e Iquique) donde se exportaba por barco. Algunas Oficinas Salitreras fueron Santa Laura, La Palma (, posteriormente llamada Humberstone), Fuerte Baquedano, Victoria, Chacabuco, María Elena, Pedro de Valdivia. Hacia 1920 las Oficinas salitreras eran más de un centenar.
            La gran distancia que había entre las Oficinas y los centros urbanos hacía necesario que los trabajadores del salitre vivieran en las mismas Oficinas. Como el trabajo en general se hacía con poca tecnología se necesitaba abundante mano de obra. A los trabajadores se sumaban sus familias y personas que trabajaban en servicios necesarios para la vida en estas pequeñas ciudades, como por ejemplo atender en las pulperías, como eran llamados los negocios donde los trabajadores se abastecían de lo necesario (normalmente las pulperías eran propiedad de la misma empresa salitrera). Considerando todo esto, hubo salitreras que superaban los 8 mil habitantes. Los trabajadores de las salitreras tenían diferentes orígenes. Muchos provenían de la zona central de Chile,  otros venían del Norte Grande, otros provenían del Perú, Bolivia o Argentina.
            Los trabajadores del salitre van a vivir en condiciones difíciles. Uno de sus principales problemas va a estar dado por el monopolio que las empresas salitreras van a establecer sobre el comercio en las Oficinas Salitreras, a través de las ya mencionadas pulperías. En varias oficinas incluso a los trabajadores se les va a pagar en fichas, las cuales eran intercambiables por productos en las pulperías. Como la propia empresa fijaba el precio de los productos los trabajadores estaban sujetos a precios que implicaban en la práctica una baja disimulada de sus salarios. Otro problema va a ser la frecuencia de accidentes laborales, ante los cuales las empresas salitreras no tenían la obligación de responder.

            Pero las salitreras no fueron sólo lugares donde los trabajadores sufrían la explotación. También en torno a ellas se van a desarrollar y fortalecer las organizaciones de los trabajadores. Ya sea a través de las Sociedades de Socorro Mutuo que se dieron en esta zona, a través de los sindicatos que los trabajadores formaron, o de otras formas de organización, los trabajadores del salitre van a luchar por mejorar su condición.
            Un hecho fundamental en este sentido fue la huelga de trabajadores del salitre que se dio en Iquique en 1907. Cientos de trabajadores bajaron de las oficinas a Iquique para plantear sus demandas a la autoridad. Estas demandas consistían en el pago del sueldo en libras (ya que el mineral se comercializaba hacia el exterior en esa moneda), la mejora en las medidas de seguridad y la libertad de comercio dentro de las salitreras.
El resultado de esta manifestación fue trágico: la autoridad envió tropas al mando del general Roberto Silva Renard. El día 21 de diciembre las tropas abrieron fuego sobre los trabajadores, que se habían instalado en la Escuela Santa María. El número de fallecidos no se ha determinado con exactitud, pero sobrepasa las mil personas. La Matanza de la Escuela Santa María remeció a la opinión pública de la época y fue una prueba por un lado de la importancia de los trabajadores del salitre y, por otro, de la poca voluntad de la autoridad de dar respuestas a sus demandas.
            Con el tiempo los trabajadores del salitre no sólo se organizaron cada vez más, sino que en ese sector adquirieron fuerza ideologías que no habían tenido hasta entonces demasiada fuerza en Chile, como el pensamiento anarquista y socialista. Muchos de los adherentes de estas ideologías van a publicar sus ideas en periódicos, lo que va a dar origen a una abundante prensa obrera en la zona del salitre.
            El siguiente texto corresponde a un artículo del periódico El despertar de los trabajadores, que circulaba en Iquique. En él su autor, José Zuzulich critica duramente las condiciones en que la situación política y económica dejaba a los trabajadores del salitre:
           
Después de seis meses o un año de cruel y sangrienta guerra, queda vencedor el país ofendido; gracias al valor de sus soldados consigue conquistar dos o tres provincias, se disuelven los batallones movilizados y se lanzan proclamas dando a conocer la gratitud de la Patria, por haberla defendido de sus agresores, prometiendo premiarlos por su heroico valor. Después de algunos años, la Patria vende los terrenos de esas provincias conquistadas a la nación vecina, al capital extranjero; percibe enormes entradas de las industrias que se han desarrollado en ellas, pero no se acuerda de ceder en ese mismo suelo, un pedazo de seis metros cuadrados para cada uno de los que despreciando su vida ayudaron a conquistarlo, tampoco se acuerda esa Patria de dar una pensión a las viudas, o sea a las familias de los que cayeron inmolados, ni tampoco a los que quedaron inválidos e incapaces de ganarse el sustento. El premio que da la Patria para los primeros es presentarles bayonetas y cañones si se dignan a pedir un pan más para sus hijos, o pedir garantías y Libertad contra el capital opresor. Para las segundas está abierta la puerta de la corrupción que, estando desamparadas y sin trabajo para ganar su sustento no han tenido otro camino que seguir el que conduce al abismo de la corrupción; y para los últimos son los premios de los permisos para implorar la caridad pública. ¡Ésa es la Patria!
(En Pinto Vallejos, Julio. Desgarros y utopías en la pampa salitrera. LOM Ediciones Santiago, 2007. P125)


Preguntas:
1.- ¿Qué importancia tuvo la Matanza de la Escuela Santa María de Iquique?
2.- En el texto de Zuzulich, ¿Con qué grupo o sector se identifica a la Patria?
3.- Consideremos la siguiente definición de la cuestión social: “el momento en que una sociedad experimenta el enigma de su cohesión y trata de conjurar el riesgo de su fractura”. ¿De qué manera el texto de Zuzulich da cuenta de una “fractura” en la sociedad chilena?

No hay comentarios:

Publicar un comentario