jueves, 10 de noviembre de 2011

LA REPÚBLICA PRESIDENCIAL I.

El período entre 1925 y 1973 es conocido en Chile como República Presidencial. Se caracteriza por el cambio en el régimen político chileno, ya que el Presidente vuelve a ocupar un papel central en las decisiones políticas. En lo económico se caracteriza por la búsqueda del Desarrollo Nacional como gran objetivo, lo que se pretendía a través de una gran modernización, fundamentalmente en el ámbito industrial, con un fuerte rol del Estado.
En estos dos aspectos (político y económico) podemos distinguir dos etapas. La primera, entre 1925 y 1938, se caracteriza por una gran inestabilidad política y por una serie de reveses económicos que sufre Chile. La segunda etapa se caracteriza por el contrario, por una gran estabilidad política y por un crecimiento económico sostenido.
El período de conflictos (1925-1938)
En 1920 salió electo Presidente de Chile Arturo Alessandri Palma. Como hemos visto, se trata de un político que planteó que los problemas sociales y políticos que vivía Chile debían ser solucionados, ya que la situación de caos era perjudicial para el desarrollo del país. En tal sentido propuso que Chile tenía que buscar mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. En el ámbito político Alessandri buscaba que el Presidente recuperara el poder que tenía, quitándole atribuciones al Congreso. Un presidente fuerte que pudiera tomar decisiones para poder hacer importantes cambios, tal era el ideal político de Alessandri.
Sin embargo a poco andar estas ideas chocaron con el Congreso y Alessandri se encontró en un callejón sin salida al no tener mayoría parlamentaria. Este conflicto fue “zanjado” cuando un grupo de oficiales jóvenes del Ejército irrumpió en el Congreso en 1924, forzando la aprobación de una serie de leyes sociales propuestas por el presidente Alessandri. Este hecho es conocido como “El ruido de sables”, ya que si bien los oficiales se retiraron del Congreso, arrastraron sus sables haciéndolos sonar contra el suelo a modo de amenaza a los parlamentarios.
Si bien este hecho sirvió para destrabar un conflicto y para que el Estado chileno asumiera efectivamente la necesidad de mejorar las condiciones sociales de la población, abrió una “Caja de Pandora”, ya que los militares tuvieron en los años siguientes un papel importante en la política chilena, siendo el mayor ejemplo de esto la dictadura del general Carlos Ibáñez del Campo, entre 1927 y 1931.
En el ámbito legal en 1925, hacia el final del gobierno de Alessandri, se promulgó una nueva Constitución, que reemplazó a la de 1833. Esta nueva Constitución era presidencialista y establecía períodos de gobierno de 6 años. Además separaba de manera clara a la Iglesia Católica del Estado y creaba una institución independiente para los escrutinios electorales: el Tribunal Calificador de Elecciones.
La inestabilidad política continuó en Chile durante la década del 30: se sucedían gobiernos de corta duración, intentos de Golpes de Estado, e incluso se instauró una breve República Socialista en 1932.
En lo económico Chile sufrió dos severos golpes durante el primer cuarto de siglo. Por un lado en Alemania se logró crear un salitre sintético, cuya producción resultaba más económica que importar el salitre desde Chile. Esto ocurrió durante a finales de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y significó que poco a poco el salitre dejara de tener importancia en la economía chilena, perdiendo Chile una importante cantidad de exportaciones.
Por otro lado la Crisis Económica Mundial que se dio en 1929 afectó con mucha fuerza a Chile, siendo considerado el país más afectado del mundo. Si bien la recuperación económica chilena fue rápida, la crisis impactó enormemente, acentuando los problemas sociales que ya tenía Chile.
El Frente Popular.
En ese contexto de gran desorden político y de agudos problemas económicos es que en 1938 se presentan a elecciones 3 candidatos. Gustavo Ross representaba al Alessandrismo, Carlos Ibáñez del Campo era independiente y era popular a pesar de haber sido antes dictador. El tercer candidato era Pedro Aguirre Cerda, representante de una coalición de centro-izquierda llamada Frente Popular. En él confluían en Partido Socialista, el Partido Radical y el Partido Comunista, además de organizaciones sociales. Fue este último el candidato que resultó electo, con un programa que buscaba fortalecer la democracia, fomentar la industria y aumentar la cobertura educacional. Con su lema “Gobernar es educar”, Pedro Aguirre Cerca ponía el acento en este último aspecto.
La idea de crear un Frente Popular no era original de Chile. Durante la década del 30’ en Europa, y ante el peligro que representaban el fascismo y el nazismo, se crearon en Italia y Francia coaliciones de partidos políticos de centro-izquierda para hacerles frente, esas coaliciones fueron llamadas Frentes Populares. En ausencia en Chile de una ideología fascista que hiciera peligrar la democracia, el Frente Popular tuvo más bien como meta el desarrollo económico y la justicia social.
Más allá de que el Frente Popular como tal dejó de existir prontamente, estos dos objetivos fueron los mismos que tendrían los gobiernos siguientes. El siguiente texto, del economista Osvaldo Sunkel, trata precisamente sobre cómo se llevaron a cabo esos objetivos, tanto en los años 40’ con el Frente Popular, como en los 50’ y 60’ por otros gobiernos.



El debate económico en los años 50.
En realidad, lo que pasó en los años 20 y 30, y posteriormente, con la Segunda Guerra Mundial (1938-1945), le planteó al país un desafío descomunal, como probablemente no lo tuvo en todo un siglo; se trataba de reemplazar una economía que derivaba su dinámica de una actividad como el salitre, que estaba en bancarrota y que requería, para resolver los problemas políticos y de convivencia nacional, o de una dictadura que impusiera una solución, o de un consenso, integración y participación de amplias capas de la sociedad, de modo que se pudiera buscar una solución negociada, y todo esto sin ningún apoyo externo. En otros países latinoamericanos se instalaron en la época algunas de las peores dictaduras del continente […]. En muchos otros países hubo rupturas muy serias de los regímenes democráticos durante el período. La excepción en este aspecto fue Chile, que salvo una interrupción relativamente breve, logró sustituir la viga maestra del salitre por la del cobre, sacar fuerzas de flaqueza y reemplazar sus fuerzas dinámicas externas de desarrollo, crecimiento y acumulación por nuevos factores internos, especialmente en el sector manufacturero y el Estado, y todo esto con el aporte de los distintos sectores de la comunidad nacional para levar adelante este experimento en condiciones democráticas.
¿Cómo logró el país salir a flote en condiciones tan desfavorables? Pues bien, lo logró fundamentalmente a través de la acción del Estado. El Estado chileno, que ya tenía algunas experiencias en un papel de promotor y de empresario, se transformó en un período breve en un extraordinario promotor del crecimiento económico, de la industrialización, de las inversiones en infraestructura, en energía, en petróleo, en la creación de industrias básicas; promovió esquemas de modernización agrícola, desarrolló la educación superior, la técnico-profesional necesaria para hacer todo esto, etc. Podríamos resumir, desde un punto de vista, toda esta obra de creación a nivel nacional, con los extraordinarios resultados logrados por la CORFO, sobre todo en las décadas del 40 y del 50.
(Sunkel, Osvaldo. Visión de Chile (1920-1970). Ediciones CINDE, Santiago, 1980.)


Resumen. En el siguiente cuadro resumimos las principales empresas e instituciones que fueron creadas en los años siguientes, y que implicaron, directa o indirectamente, un importante aporte del Estado al desarrollo nacional.
Institución
Año de creación
Propiedad.
CORFO
1939
Estatal
Compañía de Acero del Pacífico (CAP).
1946
Estatal
Manufacturas del Cobre (MADECO)
1944
Mixta
Empresa Nacional del Petróleo (ENAP).
1950
Estatal
Laboratorios Chile
1940
Estatal
ENDESA
1943
Estatal
Chilefilms
1942
Estatal
IANSA
1953
Estatal
Universidad Técnica del Estado
1947
Estatal
Banco del Estado de Chile
1953
Estatal
Ministerio de Economía
1941
-
Ciudad del Niño
1943
Estatal
Hogar de Cristo
1944
Privada (Iglesia Católica)

miércoles, 9 de noviembre de 2011

LOS POBLADORES Y EL PROBLEMA DE LA VIVIENDA.

Como hemos visto, desde la segunda mitad del siglo XIX las grandes ciudades, fundamentalmente Santiago, Valparaíso y Concepción, sufrieron un gran aumento de su población. Este proceso se dio a partir del fenómeno de la migración campo-ciudad, que se tradujo en que miles de chilenos abandonaban su residencia en el campo o en pequeñas ciudades y se trasladaban a las grandes ciudades, donde esperaban encontrar mayores oportunidades laborales.
Lejos de detenerse, este proceso continuó durante todo el siglo XX, por lo que el problema de la vivienda (es decir, cómo hacer que el aumento en la cantidad y calidad de las viviendas correspondiera al aumento de la población urbana) persistió y en buena medida persiste hasta el día de hoy. Como además existía un crecimiento vegetativo de la población (vale decir, es mayor la cantidad de nacimientos que de defunciones), dado que progresivamente se fueron mejorando las condiciones sanitarias y de calidad de vida, el problema no dejó nunca de ser urgente.
Sin embargo el estado chileno no actuó hasta los años 50’ con la celeridad que el problema requería. Las soluciones privadas sólo eran accesibles a personas con poder adquisitivo, de modo que se necesitaba que el estado actuara para solucionar este grave problema.
Al no ocurrir esto los problemas de vivienda eran graves, sobre todo en Santiago. Esto llevo a que muchas familias solucionaran su problema a partir de la ocupación precaria y temporal de terrenos no urbanizados. Estos campamentos que se dieron en Santiago fueron conocidos como poblaciones callampas y alcanzaban grandes dimensiones, en sectores como el Zanjón de la Aguada o las riveras del Río Mapocho. De más está decir que las condiciones de higiene de estos emplazamientos distaban mucho de ser satisfactorias.
El año 1947 ocurren dos hechos importantes. Por un lado familias que habitaban en poblaciones callampas del Zanjón de la Aguada realizan una toma de los terrenos al sur del Zanjón. Los terrenos estaban ubicados a una legua del centro de Santiago, de ahí el nombre de la nueva población. Unos kilómetros más hacia el poniente, decenas de familias negocian con el gobierno para ocupar unos terrenos en la comuna de Estación Central, surgiendo la población Los Nogales. Estos dos hechos daban cuenta de que las personas que vivían en estas difíciles circunstancias estaban organizándose y buscando por ellas mismas dar solución al problema de la vivienda.
Sin embargo no fue sino a finales de la década siguiente cuando comenzó un proceso de construcción de grandes poblaciones por parte del estado en diversas zonas de Santiago. Esto se vio impulsado por una nueva institucionalidad. La CORVI (Corporación de la Vivienda) es creada en los años 50’, como repartición pública abocada al tema de la vivienda. En 1964 se crea el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, lo que da cuenta de la importancia que el tema de la vivienda tenía. Tanto la CORVI como el MINVU impulsaron la construcción de grandes poblaciones en Santiago. Muchos pobladores se beneficiaron de este proceso. Poblaciones como la José María Caro abarcaban una extensión similar a la de una ciudad pequeña, albergando a miles de familias.
En este proceso también hubo acciones directas por parte de pobladores, que ya no sólo pedían que se les solucionara su problema, sino que buscaron ellos mismos dar con la solución a partir de tomas ilegales de terrenos. La toma que dio origen a la Población La Victoria en 1957 aceleró todo el proceso. Por un lado fue imitada en otros lugares, y por otro motivó al estado a acelerar los loteos y construcciones de viviendas.
De esta manera entre 1957 en adelante, ya fuera por tomas o por iniciativas del estado, surgieron las primeras grandes poblaciones de Santiago, que verdaderamente le cambiaron la cara a la ciudad, aunque por cierto que persistieron muchos problemas (las viviendas nuevas de todas formas eran insuficientes) y se agregaron otros (las nuevas viviendas estaban en una ubicación más periférica que las antiguas poblaciones callampas, generándose problemas de conectividad).



Anexo
En la siguiente tabla indicamos algunas de las poblaciones que se formaron durante este período en Santiago:
Año
Origen
Población
Comuna Actual
1947
Toma
La Legua
San Joaquín
1947
Ocupación
Los Nogales
Estación Central
1957
Toma
La Victoria
Pedro Aguirre Cerda
1959
CORVI
San Gregorio
La Granja
1959
CORVI
Lo Valledor
Pedro Aguirre Cerda
1961
Toma
Santa Adriana
Pedro Aguirre Cerda
1962
CORVI
Clara Estrella
Lo Espejo
1963
CORVI
José María Caro
Lo Espejo
1964
MINVU
Juanita Aguirre
Conchalí
1970
MINVU- Toma
La Pincoya
Huechuraba
1970
Toma
Guanaco
Conchalí

El siguiente texto corresponde a un testimonio de una pobladora, Inés Mondaca, que participó en la Toma de La Victoria.

Costaba, tardaba, pero siempre se lograba (fragmento).
Cuando llegamos sólo pensamos en apechugar, mi marido y yo estábamos jóvenes, y además luchas, por el agua, para que nos pusieran cañerías. Aquí se formó un Comité Central y comités por cuadra o bloque, como se les llamaba, así nos organizábamos para informarnos y ver qué hacer. Las mujeres también teníamos tareas en los bloques. Debíamos preocuparnos de la seguridad en el día, los hombres lo hacían por las noches. Debíamos cuidar los sitios porque decían que vendrían de otras partes a quitarnos los terrenos, además que en cualquier momento podían entrar a pegarle a la gente. Era peligroso, pero ante la incertidumbre apechugamos no más. Preferíamos no pensar mal y confiar en los dirigentes que teníamos, porque había buenos compañeros a la cabeza, dirigiendo.
Hubo hartos problemas: la salud de los niños, teníamos poca leche, esto era pura tierra y yuyo. La Iglesia también ayudó harto; traía leche y también fiesta porque la gente necesitaba ser feliz. Tuvimos que organizarnos para solucionar las cosas en los bloques. Con la salud había que cuidarse no más, y había harta solidaridad. Si se enfermaba un dueño de casa se le ayudaba con las colectas, porque esa familia tenía que mantenerse. Recuerdo al compañero Cantero que varias veces de su bolsillo sacó para ayudar a alguna persona enferma, para que tuviera para comer. Para arreglar lo del agua, fueron los dirigentes a hablar a la empresa y los pobladores hicimos una colecta para comprar cañerías. Así tuvimos al menos una llave por cuadra y ya no había tanto taco. Hartos años no costó. ¡Si entraban los carabineros y nos hacían tira las rucas de sábanas que teníamos!, ¡Si a nosotros nos hicieron eso y nos volaron todo! Pero al otro día se levantaba de nuevo la ruquita y partíamos otra vez. […]
Muchos problemas persistían, como las enfermedades de los niños, por lo que luchamos para tener un Policlínico. También para tener un retén de carabineros. Íbamos todos juntos a exigir a los ministerios. Entraban nuestros dirigentes y afuera los demás hacíamos barra. Así lo hicimos para lograr el alcantarillado, la luz, el agua, para todo. Y costaba, tardaba, pero siempre se lograba.
Referencia: Grupo Identidad: Memorias de La Victoria, relatos de vida en torno a los inicios de la población. Santiago, 2003. Pp 80-83.

Preguntas:
1.- ¿Qué eran las poblaciones callampas?
2.- De acuerdo al texto, ¿qué valores inspiraban a quienes participaron de la Toma de La Victoria?
3.- ¿Cuáles eran los problemas que vivían los pobladores de la Victoria en los primeros años de la población?