Como hemos visto, desde la segunda mitad del siglo XIX las grandes ciudades, fundamentalmente Santiago, Valparaíso y Concepción, sufrieron un gran aumento de su población. Este proceso se dio a partir del fenómeno de la migración campo-ciudad, que se tradujo en que miles de chilenos abandonaban su residencia en el campo o en pequeñas ciudades y se trasladaban a las grandes ciudades, donde esperaban encontrar mayores oportunidades laborales.
Lejos de detenerse, este proceso continuó durante todo el siglo XX, por lo que el problema de la vivienda (es decir, cómo hacer que el aumento en la cantidad y calidad de las viviendas correspondiera al aumento de la población urbana) persistió y en buena medida persiste hasta el día de hoy. Como además existía un crecimiento vegetativo de la población (vale decir, es mayor la cantidad de nacimientos que de defunciones), dado que progresivamente se fueron mejorando las condiciones sanitarias y de calidad de vida, el problema no dejó nunca de ser urgente.
Sin embargo el estado chileno no actuó hasta los años 50’ con la celeridad que el problema requería. Las soluciones privadas sólo eran accesibles a personas con poder adquisitivo, de modo que se necesitaba que el estado actuara para solucionar este grave problema.
Al no ocurrir esto los problemas de vivienda eran graves, sobre todo en Santiago. Esto llevo a que muchas familias solucionaran su problema a partir de la ocupación precaria y temporal de terrenos no urbanizados. Estos campamentos que se dieron en Santiago fueron conocidos como poblaciones callampas y alcanzaban grandes dimensiones, en sectores como el Zanjón de la Aguada o las riveras del Río Mapocho. De más está decir que las condiciones de higiene de estos emplazamientos distaban mucho de ser satisfactorias.
El año 1947 ocurren dos hechos importantes. Por un lado familias que habitaban en poblaciones callampas del Zanjón de la Aguada realizan una toma de los terrenos al sur del Zanjón. Los terrenos estaban ubicados a una legua del centro de Santiago, de ahí el nombre de la nueva población. Unos kilómetros más hacia el poniente, decenas de familias negocian con el gobierno para ocupar unos terrenos en la comuna de Estación Central, surgiendo la población Los Nogales. Estos dos hechos daban cuenta de que las personas que vivían en estas difíciles circunstancias estaban organizándose y buscando por ellas mismas dar solución al problema de la vivienda.
Sin embargo no fue sino a finales de la década siguiente cuando comenzó un proceso de construcción de grandes poblaciones por parte del estado en diversas zonas de Santiago. Esto se vio impulsado por una nueva institucionalidad. La CORVI (Corporación de la Vivienda) es creada en los años 50’, como repartición pública abocada al tema de la vivienda. En 1964 se crea el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, lo que da cuenta de la importancia que el tema de la vivienda tenía. Tanto la CORVI como el MINVU impulsaron la construcción de grandes poblaciones en Santiago. Muchos pobladores se beneficiaron de este proceso. Poblaciones como la José María Caro abarcaban una extensión similar a la de una ciudad pequeña, albergando a miles de familias.
En este proceso también hubo acciones directas por parte de pobladores, que ya no sólo pedían que se les solucionara su problema, sino que buscaron ellos mismos dar con la solución a partir de tomas ilegales de terrenos. La toma que dio origen a la Población La Victoria en 1957 aceleró todo el proceso. Por un lado fue imitada en otros lugares, y por otro motivó al estado a acelerar los loteos y construcciones de viviendas.
De esta manera entre 1957 en adelante, ya fuera por tomas o por iniciativas del estado, surgieron las primeras grandes poblaciones de Santiago, que verdaderamente le cambiaron la cara a la ciudad, aunque por cierto que persistieron muchos problemas (las viviendas nuevas de todas formas eran insuficientes) y se agregaron otros (las nuevas viviendas estaban en una ubicación más periférica que las antiguas poblaciones callampas, generándose problemas de conectividad).
Anexo
En la siguiente tabla indicamos algunas de las poblaciones que se formaron durante este período en Santiago:
Año | Origen | Población | Comuna Actual |
1947 | Toma | La Legua | San Joaquín |
1947 | Ocupación | Los Nogales | Estación Central |
1957 | Toma | La Victoria | Pedro Aguirre Cerda |
1959 | CORVI | San Gregorio | La Granja |
1959 | CORVI | Lo Valledor | Pedro Aguirre Cerda |
1961 | Toma | Santa Adriana | Pedro Aguirre Cerda |
1962 | CORVI | Clara Estrella | Lo Espejo |
1963 | CORVI | José María Caro | Lo Espejo |
1964 | MINVU | Juanita Aguirre | Conchalí |
1970 | MINVU- Toma | La Pincoya | Huechuraba |
1970 | Toma | Guanaco | Conchalí |
El siguiente texto corresponde a un testimonio de una pobladora, Inés Mondaca, que participó en la Toma de La Victoria.
Costaba, tardaba, pero siempre se lograba (fragmento).
Cuando llegamos sólo pensamos en apechugar, mi marido y yo estábamos jóvenes, y además luchas, por el agua, para que nos pusieran cañerías. Aquí se formó un Comité Central y comités por cuadra o bloque, como se les llamaba, así nos organizábamos para informarnos y ver qué hacer. Las mujeres también teníamos tareas en los bloques. Debíamos preocuparnos de la seguridad en el día, los hombres lo hacían por las noches. Debíamos cuidar los sitios porque decían que vendrían de otras partes a quitarnos los terrenos, además que en cualquier momento podían entrar a pegarle a la gente. Era peligroso, pero ante la incertidumbre apechugamos no más. Preferíamos no pensar mal y confiar en los dirigentes que teníamos, porque había buenos compañeros a la cabeza, dirigiendo.
Hubo hartos problemas: la salud de los niños, teníamos poca leche, esto era pura tierra y yuyo. La Iglesia también ayudó harto; traía leche y también fiesta porque la gente necesitaba ser feliz. Tuvimos que organizarnos para solucionar las cosas en los bloques. Con la salud había que cuidarse no más, y había harta solidaridad. Si se enfermaba un dueño de casa se le ayudaba con las colectas, porque esa familia tenía que mantenerse. Recuerdo al compañero Cantero que varias veces de su bolsillo sacó para ayudar a alguna persona enferma, para que tuviera para comer. Para arreglar lo del agua, fueron los dirigentes a hablar a la empresa y los pobladores hicimos una colecta para comprar cañerías. Así tuvimos al menos una llave por cuadra y ya no había tanto taco. Hartos años no costó. ¡Si entraban los carabineros y nos hacían tira las rucas de sábanas que teníamos!, ¡Si a nosotros nos hicieron eso y nos volaron todo! Pero al otro día se levantaba de nuevo la ruquita y partíamos otra vez. […]
Muchos problemas persistían, como las enfermedades de los niños, por lo que luchamos para tener un Policlínico. También para tener un retén de carabineros. Íbamos todos juntos a exigir a los ministerios. Entraban nuestros dirigentes y afuera los demás hacíamos barra. Así lo hicimos para lograr el alcantarillado, la luz, el agua, para todo. Y costaba, tardaba, pero siempre se lograba.
Referencia: Grupo Identidad: Memorias de La Victoria, relatos de vida en torno a los inicios de la población. Santiago, 2003. Pp 80-83.
Preguntas:
1.- ¿Qué eran las poblaciones callampas?
2.- De acuerdo al texto, ¿qué valores inspiraban a quienes participaron de la Toma de La Victoria?
3.- ¿Cuáles eran los problemas que vivían los pobladores de la Victoria en los primeros años de la población?
No hay comentarios:
Publicar un comentario